Viñeta nº1 Bloque 2

Hola:
Hoy vamos a empezar a comentar las viñetas del segundo bloque de la asignatura.

En la imagen, se puede ver a dos niños jugando a los indios y vaqueros. En un momento del juego, la niña se cae.
Acto seguido, la madre le dice a la niña que deje de hacerse el machito y que se vaya a jugar con sus juguetes. La niña se marcha triste y empieza a jugar con la pelota.
Esta imagen, por increíble que parezca, es un claro ejemplo de la sociedad de hace unos años, y en cierta manera, también de la actual.
Durante muchos años, los juegos, al igual que otras muchas cosas, han estado totalmente estereotipados: hay juguetes para niños y juguetes para niñas, al igual que hay ropa para un sexo u otro.
Recuerdo que cuando era niña, los chicos jugaban a los playmobil o al fútbol y las chicas a las barbies o a las casitas.
Lo peor de todo esto es que no te podías salir de ahí: si se te ocurría decirle a "pepito" que querías jugar con él a los playmobil, o él, o su madre o la tuya te miraban con cara rara.
En el insituto pasaba algo parecido: a los chicos les enseñaban fútbol y a nosotras voleybol. Como si un chico no fuera capaz de jugar al voleybol y una chica al fúbol...
En la actualidad, aunque nos empeñemos en decir que hay mucha igualdad, que no hay juguetes sexistas y todo lo demás, sigo pasando más o menos lo mismo: niños coches, niñas muñecas.
Este fenómeno no solo se produce con los juegos, sino con la ropa, los deportes que le tienen que gustar a uno u otro...
Se supone que a las chicas les deben gustar deportes como la gimnasia rítmica, el ballet, el patinaje sobre hielo..., y se tienen que aburrir con el tenis o el baloncesto.
Recuerdo especialmente una anécdota que me pasó cuando tenía unos 10 años: desde muy pequeña me gustaba ver con mi padre las carreras de motos de la tele. Un día, llegó una vecina y me vio toda emocionada en mitad de una carrera. Me acuerdo que se acercó a mí y me echó una bronca porque decía que esos deportes no eran para señoritas.
Yo me fui a mi cuarto un poco triste y le dije a mi padre que por qué no podía ser una señorita por ver las motos.
Además de este, creo que mis compañeras podría poner cientos de ejemplos.
Creo que es fundamental que eduquemos a las generaciones futuras en verdadera igualdad. Se debería dejar a unos niños en una sala de juegos y que ellos escogieran libremente los juegos.
Estoy segura que ni todos los niños se irían a por los coches,  ni todas las niñas a por las muñecas.
Por eso, es muy importante que a los niños no se les condicione de ninguna manera, y que escojan según sus gustos.
¿Qué opináis vosotr@s?